La fiebre del SuperBowl

Hoy se jugaron dos partidos de fútbol americano o "football" como se llama realmente este deporte. Primero, el juego entre Chicago vs Green Bay y posteriormente el Nueva York vs Pittsburgh.

Todo para saber que el próximo 6 de febrero en el estadio de los vaqueros de Dallas, empacadores y acereros pelearán a muerte por el cetro máximo de la NFL.

Es TÍPICO el cerote que escribe "¡VAMOS ACEREROS!" o "A HUEVO, PASAMOS AL SUPERBOWL. ¡WHOOO!" cuando el desgraciado no sabía tres horas atrás cómo era posible que se pudiera jugar "al fut" con un balón en forma de ovoide y con casco. Posteriormente, correrá mañana a algún centro comercial o tianguis a equiparse con jersey, gorra, dedo de espuma, taza, bandera, casco botanero, y demás souvenirs de los acereros de Pittsburgh para salir a la calle y lucir algo así:

Asqueroso, ¿no es así?

Eso sí, no faltan las apuestas que el fanático de una semana hace con sus amigos; que si la comida, que si los tacos, que si la cabeza rapada... cosas que van de lo sublime a lo ridículo.

Y por supuesto, el día del SuperBowl el americanista de hueso colorado (ja ja ja) ahora es acerero; el puma de corazón ahora es empacador. Todos se olvidan del fútbol soccer ese día.

Algunos lo usan como puro pretexto para sacar las birras, las carnes y desempolvar la parrilla, lo cual también es válido, aunque si no eres fanático al cien por ciento del fútbol americano te vas a poner la aburrida o la peda de tu vida.

La meritita verdad sí me gusta el americano pero no aguanto ver más de uno o dos partidos completos por año, y lo reconozco, pero como dirían en Twitter, hacerse fanático del americano por una semana es muy de pobres.